Tres heridos por arma blanca en una violenta pelea durante la primera madrugada de la Semana Grande de Santander

La primera noche de celebraciones de la Semana Grande de Santander se ha visto empañada por un grave altercado que ha dejado tres personas heridas por arma blanca. La reyerta tuvo lugar en la madrugada del domingo en el cruce entre las calles Arrabal y Marina, en pleno centro de la ciudad, en una zona muy concurrida durante las fiestas.

Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron poco después de las 4:00 horas, cuando varias personas se vieron involucradas en una disputa que escaló rápidamente hasta convertirse en un enfrentamiento violento. Tres varones resultaron apuñalados, uno de ellos de gravedad, y fue trasladado de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde permanece ingresado con pronóstico reservado.

Los otros dos heridos, aunque presentan lesiones menos graves, también fueron atendidos en centros hospitalarios. La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso y tratar de identificar a todos los implicados. No se descarta que el incidente esté relacionado con ajustes previos entre grupos o que pudiera haber consumo de alcohol o drogas implicado, aunque estas hipótesis están aún bajo análisis.

El Ayuntamiento de Santander ha lamentado lo ocurrido y ha reiterado su compromiso con unas fiestas seguras. El dispositivo especial de seguridad desplegado con motivo de la Semana Grande incluye un refuerzo de presencia policial en las zonas con mayor afluencia nocturna, así como puntos violeta, controles de alcohol y drogas y un aumento de cámaras de videovigilancia.

La alcaldesa, Gema Igual, ha pedido responsabilidad ciudadana y ha recordado que «la Semana Grande es una ocasión para disfrutar en convivencia, y no podemos permitir que unos pocos empañen el espíritu festivo y familiar de estas celebraciones».

La programación continúa como estaba prevista, pero las autoridades no descartan ajustar ciertas medidas de seguridad si se considera necesario tras la evolución de los acontecimientos.