La búsqueda de alojamiento ha cambiado y la dinámica es imparable. La oferta de viviendas turísticas, legales o ilegales, es enorme. Hay casas, pisos, habitaciones con baño privado o compartido y hasta caravanas. Austero o elitista y por toda la región. La oferta va desde un apartamento a 75 euros la noche en la zona de Cisneros a un piso nuevo cerca del Ayuntamiento por 615 euros.